Aunque la pérdida de audición es una afección que se asocia a las personas mayores, los primeros signos de problemas auditivos pueden aparecer incluso alrededor de los treinta años. Por lo tanto, si nota pérdida de audición, ¡no tarde en reaccionar!
Oír bien el mundo
La función principal del oído es mantener el sentido del equilibrio y la audición.
El oído, también conocido como órgano vestibulococlear, actúa como receptor y filtro donde los estímulos auditivos se transforman en información que luego descodifica el cerebro. Por tanto, las principales funciones que realiza el oído son la detección, transmisión y transformación de los sonidos en impulsos eléctricos.
El sistema auditivo consta de tres partes principales:
- Oído externo: formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo, que recibe los sonidos y los transmite al oído medio a través del tímpano. El tímpano es redondo y flexible y comienza a vibrar cuando las ondas sonoras entrantes chocan contra él.
- Oído medio: incluye los huesecillos auditivos, tres huesos diminutos llamados martillo, yunque y estribo (este último es el hueso más pequeño del cuerpo humano). Estos huesos forman un puente entre el tímpano y el oído interno a través de una ventana oval que cubre la cóclea. Un tubo estrecho de unos 3,5 cm de largo, llamado trompa de Eustaquio, conecta el oído con el exterior de la nariz y actúa como válvula de ecualización. Esto garantiza que la presión a ambos lados del tímpano esté equilibrada y el sonido pueda oírse con claridad.
- El oído interno: contiene la cóclea, una estructura que tiene forma de espiral similar a la concha de un caracol y está situada en un laberinto óseo que tiene varias secciones membranosas llenas de fluidos llamados endolinfa. Cuando estos fluidos se mueven, provocan fluctuaciones en las estructuras en forma de pelo del caracol llamadas estereocilios. Por último, el órgano de Corti convierte la energía mecánica de las ondas sonoras en energía nerviosa, produciendo impulsos eléctricos que se envían al cerebro a través del nervio auditivo o vestibulococlear.
La falta de recepción de estos impulsos eléctricos en el cerebro es una señal de que el oído está defectuoso o dañado y es un aviso de que algo va mal en nuestro sistema auditivo.
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La pérdida auditiva neurosensorial es el tipo más común de pérdida auditiva. Puede deberse al envejecimiento, a la exposición a ruidos fuertes, a traumatismos, a enfermedades o incluso a determinados medicamentos o enfermedades hereditarias. Este tipo de pérdida auditiva no suele poder tratarse médica o quirúrgicamente; sin embargo, muchas personas con este tipo de pérdida descubren que los audífonos o suplementos como Acust Oil Max pueden ser beneficiosos.
Por otro lado, la pérdida auditiva neurosensorial súbita puede producirse de forma muy repentina o en pocos días. Un retraso en el tratamiento de esta afección (dos o más semanas tras la aparición de los primeros síntomas) reducirá las posibilidades de que la medicación ayude a solucionar el problema.
Otro tipo de pérdida de audición se produce en el oído externo o medio si las ondas sonoras no pueden llegar al oído interno. El sonido puede estar bloqueado por cerumen o un objeto extraño en el conducto auditivo externo; el espacio del oído medio puede estar ocupado por líquido, infección o anomalías óseas; o el tímpano puede haberse dañado.
En algunas personas, la pérdida de audición conductiva puede revertirse. La pérdida de audición conductiva es más frecuente en niños que padecen infecciones de oído recurrentes o se introducen cuerpos extraños en el conducto auditivo.
„Verter” aceite en el oído – spray auditivo Acust Oil Max
Hay muchas formas de mejorar la salud auditiva. Una de ellas es el spray Acust Oil Max, un aceite natural y no invasivo que mejora el estado del oído externo. Es ideal para aquellas personas que desean cuidar sus oídos de forma segura y renunciar por fin al uso de bastoncillos de algodón. Además, ayuda a prevenir una mayor pérdida de audición ante los primeros síntomas, como pedir a los demás que repitan lo que han dicho, subir notoriamente el volumen de la televisión o la radio, etc. También pueden utilizarlo las personas que han trabajado en entornos ruidosos, como obras de construcción, y como consecuencia pueden tener dificultades para oír sonidos tranquilos como el canto de los pájaros o el ronroneo de un gato.
Este aceite también se recomienda a pacientes con infecciones de oído recurrentes o con riesgo genético de padecer problemas auditivos. La fórmula de Acust Oil Max complementa las funciones naturales de los oídos equilibrando el pH del oído externo y medio. El cuidado adecuado del tímpano es muy importante. Acust Oil Max es una forma revolucionaria de cuidar los oídos, gracias a su composición única.
Cuide su audición con Acust Oil Max
No todas las pérdidas auditivas están relacionadas con el envejecimiento. Ciertas enfermedades, defectos genéticos, traumatismos, infecciones de oído frecuentes e incluso la exposición prolongada a ruidos fuertes pueden afectar a la audición a cualquier edad. Algunos medicamentos, como los diuréticos de asa utilizados para tratar la hipertensión y la insuficiencia cardiaca congestiva, pueden afectar a la audición.
No obstante, la pérdida de audición relacionada con la edad es una de las quejas más comunes de las personas mayores. De hecho, alrededor de un tercio de las personas europeas de entre 65 y 74 años padecen pérdida de audición, según los Institutos Nacionales de la Salud, y casi la mitad de las personas mayores de 75 años tienen problemas auditivos.
El spray auditivo Acust Oil Max puede ser la respuesta a estos problemas. Es un producto muy seguro gracias a su composición natural. La combinación original de aceites, extractos y otras sustancias se considera una solución muy segura. Este aceite es muy popular entre los consumidores. Ha recibido muchos comentarios positivos en línea de personas de todo el mundo. De casi todos los comentarios se puede concluir que Acust Oil Max mejora significativamente la audición y el confort.
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No subestime el problema
El deterioro de la audición suele comenzar entre los 30 y los 40 años y progresa con la edad. Suele afectar a ambos oídos y comienza con dificultad para oír sonidos de alta frecuencia, como los utilizados en el habla, y va progresando.
Es importante recordar que, independientemente de la edad, la sordera repentina o la pérdida total de audición que se produce en un momento o en unos pocos días debe considerarse una situación que requiere atención médica inmediata, ya que puede estar relacionada con un trastorno neurológico, una lesión en la cabeza, el empeoramiento de una infección u otros síntomas graves.
Es fácil comprender por qué la pérdida de audición puede afectar a la capacidad de participar en algunas de las actividades que hacen que la vida sea emocionalmente satisfactoria. Las conversaciones con amigos y familiares o escuchar tu música favorita a menudo se hacen más difíciles o imposibles a medida que se deteriora la audición. Esto suele conducir al aislamiento social y a una mayor incidencia de la depresión y la ansiedad, ya que se dejan de lado relaciones valiosas y pasatiempos de los que antes se disfrutaba.
Además, la pérdida de audición puede:
- Afectar al equilibrio y a la capacidad para caminar;
- Provocar un deterioro de la función cognitiva que puede afectar a la memoria y la capacidad de razonamiento;
- aumentar el riesgo de caídas.
Una investigación publicada en 2019 muestra que la pérdida de audición relacionada con la edad también se correlaciona con mayores tasas de atrofia cerebral y demencia en las personas mayores.
Incluso la pérdida de audición leve puede duplicar la probabilidad de desarrollar demencia, mientras que la pérdida de audición moderada triplica el riesgo. Las personas con pérdida de audición severa tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar demencia. Muchos de estos efectos pueden evitarse con la atención y el tratamiento especializados adecuados, incluido el uso de aceites como Acust Oil Max.
